Dice Deleuze que el
instinto de muerte no tiene experiencia posible, es un principio transcendental. Sin embargo nosotros decimos que no es imposible acceder a una
imagen del instinto de muerte y de hecho nos anima ese empeño. Leyendo el Glosario de Ignacio Castro sobre Tiqqun nos damos cuenta que es un relato-imagen del instinto de muerte, resumo: Bloom, personaje del Ulises de Joyce; personaje que prolonga la alienación del proletariado en Marx; el "musulmán" de los Lager; Bartleby de Melville; los semblantes de un vagón de Metro ("la humanidad viaja agotada por el papel que representa a diario"). El agotamiento diario, el esfuerzo que empieza a resultarnos imposible de soportar y continuamos de forma mecánica. EL IDIOTA MUDO esa es la imagen del
instinto de muerte (Castro: la bloomitud, el más inquietante de todos los huéspedes). Bloomitud: apatía: masoquismo: desexualización: espectáculo...
Pensamos el pasaje del
idiota mudo al
vaho inquietante...
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La idiotez muda |
Así comienza el libro Mil Mesetas de Deleuze y Guattari.
El Anti-Edipo lo escribimos a dúo. Como cada uno de nosotros era varios, en total ya éramos muchos. Aquí hemos utilizado todo lo que nos unía, desde lo más próximo a lo más lejano. Hemos distribuido hábiles seudónimos para que nadie sea reconocible. ¿Por qué hemos conservado nuestros nombres? Por rutina, únicamente por rutina. Para hacemos nosotros también irreconocibles. Para hacer imperceptible, no a nosotros, sino todo lo que nos hace actuar, experimentar, pensar. Y además porque es agradable hablar como todo el mundo y decir el sol sale, cuando todos sabemos que es una manera de hablar. No llegar al punto de ya no decir yo, sino a ese punto en el que ya no tiene ninguna importancia decirlo o no decirlo. Ya no somos nosotros mismos. Cada uno reconocerá los suyos. Nos han ayudado, aspirado, multiplicado.
Es una manera más simpática de mostrar la idiotez muda: ya no tiene ninguna importancia decir yo o no decirlo y si lo dicen es solo por rutina o porque es agradable como le pasa a todo el mundo.
Otra manera de presentar la idiotez muda es la presentada por J. Lacan en su Seminario 23:
El sinthóme. Hablando de Joyce hace un juego de palabras refiriéndose a Santo Tomas, y juega con Síntoma, Santo Tomas y Santo Hombre, claro en francés:
Saint Homme. Propone el síntoma y la santidad como esa posición que aquí llamamos de la idiotez muda y su conquista sería el final de análisis.
Como nos parece de gran importancia, para ver esta imagen del instinto de muerte, el artículo de Ignacio Castro os mostramos el enlace en el que podéis leer el artículo entero:
http://caosmosis.acracia.net/?cat=245
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