El desastre cuida de todo


Pre-escrito, pre-página, cuaderno borrador, croquis, lugar para la catástrofe, así queremos comenzar este blog. Espacio previo a la escritura, espacio reservado a la catástrofe que implica toda escritura antes de su gestación. También una catástrofe de autores, cualquiera escribe en el croquis. Catástrofe previa a la creación de un concepto, el diagrama como oposición a lo perverso de la representación. No estamos apurados porque sabemos que "el desastre cuida de todo" (Blanchot).


“No una imagen justa, sino justo una imagen” (Godard)

Dos fragmentos fundamentales para pensar la diferencia.

...habría que ir haciéndose a la idea de que las cosas más terribles y cruentas entre los hombres pueden carecer totalmente de profundidad, venir de las circunstancias más banales, ser pura mímesis superficial de estereotipos más o menos difundidos, de modelos prestigiosos hábilmente publicitados y fácilmente accesibles a la imitación. Allí donde uno es, por lo indeterminado de la situación, cualquiera, o mejor un cualquiera entre cualquieras, siempre se halla abocado a ser, de alguna forma, otro, incluso respecto de sí mismo, y se halla abierto a encarnar a cualquier otro que no precisa más realidad que la imagen, gesto o actitud, connotaciones de una apariencia imaginaria, simple fantasma de personalidad inmediatamente accesible a cualquier impulso imitativo, surgido del afán lúdico de determinar el propio "cualquiera" con cualquier cualquiera mínimamente definido.

Rafael Sanchez Ferlosio. El alma y la vergüenza. Ed. Destino. (Artículo de igual nombre).

Nada es más triste que la risa: nada más hermoso, magnífico, estimulante, y enriquecedor, que el terror de la desesperación profunda. Creo que cada hombre mientras vive, es prisionero de este miedo terrible, en el cual toda prosperidad está condenada a fracasar, pero que guarda, incluso en su abismo más profundo, esa libertad esperanzadora que le permite sonreír en situaciones aparentemente desesperadas. Por eso la intención de los autenticos escritores de comedia- es decir, los más profundos y honestos- no es de ningún modo divertirnos únicamente, sino abrir desgarradoramente nuestras cicatrices más dolorosas para que las sintamos con más fuerza.

Fellini

La distancia. Modos de la síntesis.

La instancia paradójica.


Hemos hablado hasta ahora de dos modos de la distancia: la distancia interior que corresponde al pacto metafísico del sujeto y el objeto, y la distancia exterior que es el modo de salvarse de la efectuación del acontecimiento en la profundidad del cuerpo. También hemos dicho que el Acontecimiento no era ni exterior ni interior sino que está en la frontera entre lo exterior y lo interior y se alarga en línea recta salvo que los cuerpos lo retuercen y lo hacen bajar a las profundidades produciendo su efectuación (grieta/accidente).

También hemos expuesto la modalidad de la síntesis en Kant perteneciente al pacto metafísico (aunque volveremos a Kant en breve). Ahora vamos a ver qué modo de síntesis corresponde al Acontecimiento.


Conexa, conjuncta, disjuncta.

¿Cuál es la diferencia entre la distancia interior y la exterior? Pues la distancia exterior afirma lo que distancia mientras que la interior produce la negación (falta).

Lo primero a tener en cuenta es que no hay puntos de vista sobre las cosas, sino que las cosas son puntos de vista (Leibniz). En la distancia exterior "cada término se convierte en un medio de ir hasta el final del otro, siguiendo toda su distancia" (Deleuze). La disyunción ya no es separar sino una manera de intensión.

Deleuze distingue tres clases de síntesis:

1. Síntesis conectiva: si... entonces. Construye una serie.
2. Síntesis conjuntiva: ...y... Construye series convergentes.
3. Síntesis disyuntiva: o bien. Reparte las series divergentes.

La síntesis disyuntiva es afirmación pura. No hay exclusión de predicados sino comunicación de los acontecimientos. Deleuze:
erección de una instancia paradójica, punto aleatorio con dos caras impares, que recorre las series divergentes como divergentes y las hace resonar por su distancia, en su distancia. De este modo, el centro ideal de convergencia está por naturaleza perpetuamente descentrado, sólo sirve para afirmar la divergencia.
A esto le llama Deleuze la contra-efectuación (diferenciación de la diferencia). Instancia paradójica. Puro signo. Punto aleatorio. Sinsentido de superficie. Centro descentrado. Aión. La distancia. Grieta. Acontecimiento.

Las aventuras de la Diferencia.

La grieta y la línea abstracta: el instinto de muerte. (Dinámica de la Diferencia).

Hemos visto que el Acontecimiento consistía en la contra-efectuación de la diferencia, ahora vamos a ver su dinámica, entramos en las aventuras de la diferencia.

Deleuze presenta tres obras literarias para mostrarnos la dinámica de la diferencia: "Bajo el volcán" de M. Lowry, "El crack-up" de Fietzgerald y por último "La bestia humana" de E. Zola. El ambiente en las tres novelas es de alcoholismo, embrutecimiento, hundimiento, fracaso y caída. Es en estas novelas en donde vamos a encontrarnos con un Deleuze clínico/político, en donde va a hacer una propuesta política/revolucionaria para la clínica.

Habíamos visto en la entrada anterior que en el acontecimiento se trataba de que en lo que sucede (mi desgracia) había que hacer/rescatar la punta más estrecha (la porción inmaculada) y que eso se hacía por medio de un trabajo de escritura/selección. El ejemplo que nos mostraba era "la inmaculada concepción". Pero ahora vamos a tener otros personajes más cercanos a nosotros. Para comenzar lo primero que nos interesa es la pregunta (pregunta que nos encontramos permanentemente en la clínica) y que para Deleuze es el corazón de los relatos/cuentos en la literatura (ver" Mil mesetas: La novela corta o qué ha pasado?"), efectivamente la pregunta es ¿qué ha pasado? pregunta constante en los analizantes y pacientes que vienen a consultar, todo iba bien, me encontraba en un buen momento y de pronto la angustia, la depresión, la caída, ¿qué ha pasado?, ¿por qué ahora?... hay una cierta sorpresa en la pregunta. La pregunta de "por qué ahora" es significativa con respecto a "qué ha pasado" porque denuncia algo que el analizante aún no había aceptado: si la pregunta es por el ahora es que ya sabía que algo iba a ocurrir aunque no sepa qué. Lo habitual es que acepte sin más que ya sabía que algo iba a ocurrir, que "esto no podía durar", acepta que fumaba mucho en esa época y que llegó a pensar que eso le iba a afectar pero que estaba muy animado y no era el momento de dejarlo aunque sabía que en el futuro le iba a afectar. O bebía mucho y lo sabía y le preocupaba pero estaba en un buen momento e incluso la bebida era parte de ese momento.
Estamos rondando el accidente, algo se ha puesto en marcha, en este buen momento que hace sospechar una caída aunque uno lo rechace como una sombra que le va a acompañar con su cohorte de las pequeñas crisis de las que sale victorioso. En fin: el cuerpo. Lo que se está efectuando en lo que acontece también se está efectuando en el cuerpo, solo que lo que acontece es el amor y sin embargo el cuerpo se está quebrando... ¿será que el amor también es una quiebra...? Siempre se había dicho más bien que el amor en todo caso venía a cubrir las quiebras y ha dar un sentimiento de plenitud. Lo cierto que es mientras de un lado la sensación es de plenitud y vida del otro la sospecha de la quiebra va en aumento.

Hasta ahora tenemos un interior (cuerpo) y un exterior (historia de amor) y de ambos Deleuze dice que son "ruidosos", efectivamente uno bebe y el otro anda en amores ambos hacen mucho ruido, el ruido interno de las pulsiones o el ruido externo de los accidentes. Dice Deleuze
Pero todos estos accidentes ruidosos ya produjeron sus efectos en su momento; y no serían suficientes por sí mismos si no socavaran, si no profundizaran algo de toda otra naturaleza y que, por el contrario, no ha sido puesto de manifiesto por ellos sino a distancia y cuando ya es demasiado tarde: la grieta silenciosa.
Ahora ya no se trata del ruido (interno o externo) sino del silencio. O sea que aquellos accidentes ya produjeron su efecto en su momento... pero "profundizaron" algo de otra naturaleza o sea que hay algo más que lo interno o lo externo y ese algo más es profundizado por el ruido (interno o externo). Algo silencioso se está profundizando y es el ruido el que está profundizando eso silencioso. Cuanto más ruido más profundo se hace eso silencioso que Deleuze dice que es una grieta silenciosa. Con lo cual tenemos ya dos grietas, una ruidosa y otra silenciosa. La grieta ruidosa profundiza la grieta silenciosa. Pero podríamos preguntarnos en dónde se profundiza esa segunda quiebra, esa quiebra silenciosa: se profundiza en el cuerpo. Dice Deleuze
La grieta no es ni interior ni exterior, está en la frontera, insensible, incorporal, ideal.
Pero eso no quita que esa grieta silenciosa que está en la frontera se esté profundizando en el cuerpo ruidoso por medio del exterior ruidoso. Algo incorporal, la grieta silenciosa (la Diferencia) se está profundizando en el cuerpo y va a provocar el accidente.

Bueno, alguien podría decir que hemos partido del accidente para ir a la grieta silenciosa y ahora vamos de la grieta silenciosa al accidente. Dijimos que esos accidentes ya produjeron sus efectos en su momento y ahora decimos que es la quiebra silenciosa quien produce los efectos en el accidente. Dice Deleuze
todo lo que ocurre de ruidoso, ocurre en el borde de la grieta y no existiría sin ella; inversamente, la grieta no prosigue su silencioso camino, no cambia de dirección según las líneas de menor resistencia, no extiende su tela sino bajo el golpe de lo que ocurre.
La grieta virtual y su actualización. Solo hay actualización porque hay una grieta virtual y solo hay grieta virtual porque se actualiza en los cuerpos. Los cuerpos exhalan un vaho incorporal y ese vaho incorporal tiende a actualizarse de nuevo en los cuerpos. Deleuze
la grieta que alarga su línea recta incorporal y silenciosa en la superficie, y los cuerpos exteriores o los ruidosos empujes internos que la hacen desviarse, profundizarse, y la inscriben o la efectúan en el espesor del cuerpo.
Vamos viendo la mecánica del desastre, la aparición de la grieta en nuestras vidas, la efectuación de esa grieta silenciosa en accidentes que nos destruyen. Siempre a los mejores, siempre son afectados por la grieta/accidente los que más ganas tienen de vivir, los que más ganas ponen en el empeño, los que no quieren colocarse del lado de la impostura del amo ni defenderse miserablemente atacando a los demás, a los que aman y viven. De ahí que finalmente el amo se ría de ellos y justifique su impostura por el fracaso-rotura de los que quieren vivir sin resentimiento.


Una ética, una política, una clínica.

Se impone una política revolucionaria, una clínica de la gran Salud, una ética que no sea la del amo resentido. Escapar como sea del resentimiento que es el culpar al amo (Otro) y de esta forma darle entrada a nuestras vidas para que las juzgue y se ría con su risa de tonto (la misma risa de la que hablaba Marx, la mueca del capitalista cuando contaba su plusvalía, sus dineritos, su cobardía por la vida, su no querer arriesgar a la quiebra; aunque luego siempre se siente amenazado por la quiebra-económica).

¿Cómo?. ¿Qué hacer?. Nuevas preguntas. También Deleuze se hace muchas preguntas:
¿Cómo evitar que el trazado silencioso de la grieta incorporal en la superficie se convierta también en su profundización en el espesor de un cuerpo ruidoso? ¿Cómo evitar que el corte de superficie se convierta en una Spaltung profunda, y el sinsentido de superficie en un sinsentido de las profundidades? Si querer es querer el acontecimiento, ¿cómo no querer también la plena efectuación en una mezcla corporal y bajo esa voluntad trágica que preside todas las ingestiones?. Si el orden de la superficie está por sí mismo agrietado, ¿cómo no se habría de romper por sí mismo, y cómo evitar el precipitar su destrucción, con el riesgo de perder todas las ventajas que le son propias, la organización del lenguaje y la misma vida? ¿Cómo no llegar a este punto en el que ya no se puede sino deletrear y gritar, en una especie de profundidad esquizofrénica, pero no hablar en absoluto?...¿Es posible mantener la insistencia de la grieta incorporal, evitando hacerla existir, encarnándola en la profundidad del cuerpo?


La distancia exterior (alma del acontecimiento)

Una última pregunta de Deleuze nos da la pista de por dónde buscar la respuesta:
¿es posible mantenerse en la contra-efectuación de un acontecimiento, simple representación plana del actor o del bailarín, y a la vez guardarse de la plena efectuación que caracteriza a la víctima o al verdadero paciente?
Sólo se capta la verdad eterna del acontecimiento si éste se inscribe en la carne pero DEBEMOS doblar cada vez esta efectuación dolorosa con una contra-efectuación que la limite, la interprete, la transfigure. Deleuze
doblar la efectuación con una contra-efectuación, la identificación con una distancia, como el actor verdadero o el bailarín, es dar a la verdad del acontecimiento la suerte única de no confundirse con su inevitable efectuación, a la grieta la suerte de sobrevolar su campo de superficie incorporal sin detenerse en el crujido de cada cuerpo, y a nosotros el ir más lejos de lo que creíamos poder.
La apuesta política de Deleuze es trabajar en la superficie procurando una distancia exterior y así liberar los cuerpos y lo dice de esta manera:
Ametrallamiento de la superficie para trasmudar el apuñalamiento de los cuerpos.
O sea el actor se comporta en superficie al modo del alcohólico, del drogado, pero sin alcohol, sin droga, o como dice Deleuze en algunas ocasiones:emborracharse con un vaso de agua. Así es posible la revolución, la gran salud, la nueva ética.

Joë Bousquet: a la sombra de una realidad digna de la luz.

Envolver los hechos que giran sobre sí mismos.

Vamos a comenzar una nueva serie de entradas en este blog. Van a consistir en mostrar el trabajo del diagrama en distintos autores. Vamos a comenzar por un autor que lamentablemente tiene pocos libros traducidos al español y difíciles de encontrar. Su nombre es Joë Bousquet. Debido a la dificultad de encontrar sus libros vamos a rescatar fragmentos citados por otros autores y en concreto dos: Robbe-Grillet y Deleuze. Si encontramos otras referencias más adelante las incluiremos (si alguien sabe de algún libro o alguna cita que lo escriba en "comentarios").

Vamos a comenzar analizando un texto de Robbe-Grilled del año 1953 llamado "Joë Bousquet el soñador" (Este texto se encuentra en el libro recién editado por la editorial Cactus: "Por una nueva novela".) La primera cuestión ineludible es biográfica, Bousquet fue herido en la primera guerra mundial y quedó paralítico de ambas piernas, a raíz de esto no volvió a levantarse de la cama. Referencia que nos interesa por la cuestión, tantas veces referida por Deleuze, de que para volverse "visionario" es necesario estar incapacitado para la acción y nos pone distintos ejemplos el principal de ellos el del cine neorealista italiano en donde a raíz de la caída de los valores tradicionales tras la segunda guerra mundial aparecen personajes que ya no tienen puntos de referencia y vagan por la ciudad y transmiten la experiencia visionaria, una visión en otro espacio y otro tiempo, otra visión de las cosas. Son personajes sin el Otro, el Otro ha caído definitivamente, la acción era la forma de comunicación con el otro, sin acción ya no hay heroicidad ni posibilidad de reconocimiento por parte del Otro. La condición sine qua non para la puesta en marcha del diagrama es la incapacidad para la acción, la imposibilidad de hacer algo, ya no se puede ir más allá, detención, vagabundeo, exilio, trastorno. En el campo del lenguaje el cliché y la conversación convencional, repetitiva, cambiante (lo que se llama "hablar del tiempo"). También influye en la gestualidad que ya no está centrada en el rostro (el cara a cara con el Otro) sino que se vuelve esquiva, tics, tartamudeo, gesto corporal de apoyo y caída, ya no se sostiene en el cuerpo. Dice Bousquet:
Si todos los hombres vivieran inmóviles, como yo, tendrían un nombre cargado de duda para designar a los hechos que giran sobre sí mismos para envolverlos...

Pues bien, nuestro hombre, Bousquet, se encuentra en esa situación, incapacitado para la acción y nos transmite sus visiones, por tanto un documento único. Vamos a ir colocando citas y a su vez iremos parafraseando como hemos hecho anteriormente en otras entradas de este blog.

En esta primera cita rescatamos tres cuestiones:

- La duda se incursiona en el nombre, pero no pensemos que se trata de la duda obsesiva ( que consiste en pensar el nombre que le daría el Otro y eso refrena al sujeto en un vaivén tedioso a la espera de saber el nombre del Otro) sino que es una manera de expresar que el nombre de las cosas en adelante tiene que crearse o inventarse que no es algo dado (por el Otro).

- Los hechos giran sobre si mismos. Ahora las cosas no están humanizadas, no es el hombre el centro del universo, no son la metáfora del hombre. Se mantienen en si mismas.

-Los hechos son envueltos por el nombre, aún no nos cuenta el autor para qué sería necesaria esta operación. La podemos plantear como pregunta.

Dice Grillet que debe prestar al mundo sensible que lo rodea su imaginación porque no se trata de infundir a posteriori una conciencia a fenómenos que ya tienen su vida propia sino que sin esta creación, la materia no podría tener ninguna forma. Dice Bousquet:
El accidente que mutila a un hombre no afecta las fuentes de su existencia; solo es mortal respecto a sus hábitos. El infortunio físico solo corrompe lo que estaba para corromper.
Vemos cómo los hábitos son lo formado por el Otro del pacto metafísico y ahora se trata de una nueva forma de las cosas que no esté penetrada por la tragedia del Otro que solo vive de esa nada que es el objeto de la separación, el objeto nada. Un mundo nuevo esta vez reencontrado para siempre, un mundo de exterioridad, en donde estén las cosas, no el mundo metafísico del más allá. Bousquet:
Creyendo revivir recuerdos, creo sobre un modelo de antaño un paisaje en el que no tengo los medios de penetrar, pero en el que hago llover tiempo, adelantando a veces una página blanca a través de los hilos consagrados de la operación mágica.
Dice Grilled que el descubrimiento es fundamental y apostilla: ...aislamiento que aleja no solo de forma completamente radical de los objetos (de la representación diríamos nosotros) y los decorados, sino también esta nueva dimensión aportada por la prohibición de acercárseles... no tengo los medios de penetrar... pero hago llover tiempo: parálisis del creador y vida de la creación. Bousquet :
El sueño es más real que la vida despierta porque allí el objeto ya nunca es omisible... resume acontecimientos que, sin el objeto, no existirían. El acontecimiento y el objeto son allí rigurosamente intercambiables... también las palabras y las frases se vuelven objetos...
Este fragmento es importantísimo porque ahora Bousquet nos habla de un objeto que no es esa nada que separa al sujeto/héroe del Otro/impostor, ese objeto de la discusión y el amor sostenidos solo por la distancia/nada. No, ahora hay un objeto irreemplazable no omisible y que aparece en los sueños o en el soñar despierto (visión) y lo llama "la visión del inmóvil".

Esto nos recuerda las clases de Deleuze sobre Cine cuando habla de la película Taxi Driver, un hombre que padece insomnio y para sobrellevarlo trabaja en un taxi por las noches, ahí encerrado en su taxi queda incapacitado para la acción y se vuelve visionario de la ciudad, crea un nuevo objeto que antes no había visto. Me parece que aquí encontramos la segunda cuestión que nos interesa en nuestro estudio del diagrama, la primera cuestión es "incapacitado para la acción", la segunda es la emergencia del objeto (ya no el objeto de la representación opuesto al sujeto para causar su deseo) con la característica de no ser omisible. Bousquet:
No imites lo real, colabora con él. Pon tus pensamientos y tus dones de expresión al servicio de los días y de los hechos que los distinguen, sométete a la existencia de las cosas, si no eres lo que a ellas les falta no eres nada, enriquecerás lo que es con lo que era en ti su presentimiento.
Texto difícil, vayamos por partes:

-"sométete a la existencia de las cosas" más que un sometimiento es una dirección puesto que ahora las cosas son lo único no omisible ellas nos pueden rescatar a nosotros de la desaparición (en los hábitos o en el discurso vacío del Otro).

-"si no eres lo que a ellas les falta no eres nada" solo lo podemos pensar como la piedad de las cosas por el que piensa, las cosas no omisibles nos ceden un espacio a nosotros seres omisibles que desaparecemos (en el hábito y por el pacto metafísico) y que solo nos queda el presentimiento (en los sueños) de lo real, las cosas en la exterioridad no omisibles.

Bousquet:
La materia real es todavía invisible. Es preciso que tu alma se mezcle con ella para mostrártela. Del mismo modo el tiempo y el espacio son la obra del hombre, o más bien serán su obra... lo que hay que salvar no es a uno mismo, es la tierra, el guijarro, la ceniza. Tu deber es operar la salvación del espacio y del tiempo.
Pareciera que este fragmento habla en contra de lo que habíamos comentado en el anterior "si no eres lo que a ellas les falta no eres nada" pero más bien me parece que lo complementa. "Lo que hay que salvar no es a uno mismo" Aquí "uno mismo" está dicho en relación al sujeto de la representación identificado a ese objeto nada. En ese sentido no se trata de salvarse "uno mismo" sino al contrario "que tu alma se mezcle con la materia real" o sea el encuentro con lo no omisible con una existencia que a la vez que salva las cosas se hace también no omisible. ¿De qué tendrían que ser salvadas las cosas? De ingresar por la vía del hábito en la nada del discurso metafísico. O sea que las cosas también están en peligro por el pacto metafísico.

Ellas ( a través de la ensoñación) nos podrían salvar y a su vez nosotros podríamos salvarlas a ellas a través de la escritura/creación.

Grilled:
La persona humana desaparece en provecho de una creación problemática que es la única que debe ser. Pero, por torpe vanidad, el hombre pretende primero "ser", y es eso lo que hace justamente su nada.


La bastardilla "debe ser" nos lleva a lo que en otro lugar expusimos de Handke, una nueva realidad jurídica (la escritura) una nueva forma de la ley. También Bove decía: una nueva ética relacional. Ahora Grilled subraya la creación como un deber. Bousquet:
Tengamos el coraje de reconocerlo. El hombre solo existe fuera de sí mismo...somos el ser en estado de caída, el ser en el exilio, tan alejados de la vida como el frío mortal a quien sin embargo corresponde el privilegio de purificar la atmósfera y de dar coherencia y solidez a una masa de agua. He comprendido. Quiero recoger mi nada a la sombra de una realidad digna de la luz y forjar con mis manos un objeto que borre mi rastro.



La línea abstracta: La inmaculada concepción.


También Deleuze nos remite a Bousquet en distintas ocasiones, lecciones sobre Leibniz," La lógica del sentido", y en el último articulo que escribió antes de morir: "La inmanencia una vida". Para Deleuze es el autor que mejor muestra "el acontecimiento". Veamos qué dice Deleuze de Bousqued y del acontecimiento. Cita una frase de Bousqued que para Deleuze es fundamental:
"Mi herida existía antes que yo; he nacido para encarnarla"
De aquí Deleuze concluye que "los acontecimientos se efectúan en nosotros, nos esperan y nos aspiran, nos hacen señas". Bousquet:
Todo estaba en su sitio en los acontecimientos de mi vida, antes de que yo los hiciera míos; y vivirlos, es sentirse tentado de igualarme con ellos, como si les viniera sólo de mí lo que tienen de mejor y de perfecto.
La propuesta de Deleuze/Bousquet: "no ser indigno de lo que nos sucede". Se trata de no echar la culpa a alguien (no introducir al Otro) y por tanto no caer en el resentimiento (el modo principal de la presencia del Otro). Ahora bien, vamos a poner en varios puntos la mecánica del acontecimiento, la formación de la línea abstracta:

1. Bousqued dice que va a cambiar su gusto por la muerte que era fracaso de la voluntad por un deseo de morir que sea la apoteosis de la voluntad. Deleuze dice "salto sobre el mismo lugar". Recordemos que es lo mismo que dijo con el punto gris de Klee. Pasamos de una voluntad orgánica a una voluntad espiritual. Ahora lo que quiero no es lo que sucede sino algo en lo que sucede. Deleuze:
Que en todo acontecimiento esté mi desgracia, pero también un esplendor y un estallido que seca la desgracia, y que hace que, querido, el acontecimiento se efectúe en su punta más estrecha, en el filo de una operación, tal es el efecto de la génesis estática o de la inmaculada concepción.
Tenemos pues en el acontecimiento dos cuestiones: mi desgracia y su punta más estrecha. Llevado al ejemplo que propone Deleuze: la concepción y la inmaculada. Saltar sobre si mismo sería aceptando la concepción ir a su punta más estrecha: sin mácula. Bousqued
Conviértete en el hombre de tus desgracia, aprende a encarnar su perfección y su estallido.
Ser digno de lo que nos ocurre ( mi desgracia) y desprender de ahí el acontecimiento (hacerse hijo de sus propios acontecimientos y renacer). Amor fati (Nietzsche).

Se trata de doblar el acontecimiento, saltar sobre "mi desgracia" y hacer su punta más estrecha que sería la línea abstracta. La inmaculada es el estallido, la punta estrecha, la línea abstracta, el sentido, el acontecimiento. Lo otro, la concepción, es el accidente, la herida personal que que tengo que doblar para que se vuelva acontecimiento. Por lo tanto no se trata únicamente de asumir mi desgracia sino de doblarla escogiendo el punto más estrecho.

2. Pero ¿cómo se hace lo de escoger el punto más estrecho?. El acontecimiento en el aspecto de "mi desgracia" se efectúa en lo profundo del cuerpo (herida) y para hacer la segunda parte se requiere del actor que doble esa efectuación profunda con otra superficial que delimita la primera, destaca de ella una línea abstracta, y no conserva del acontecimiento sino el contorno o el esplendor. Es muy hermoso cómo lo trata Deleuze, rescatar de "mi desgracia" el esplendor (inmaculada). En lo profundo del acontecimiento de "mi desgracia" está todo mientras que en la punta más estrecha solo una selección (estrechamiento) del esplendor.

3. Para hacer la línea abstracta hemos visto que el actor selecciona. Dice Deleuze
El humor es inseparable de una fuerza selectiva: en lo que sucede (accidente) selecciona el acontecimiento puro. En el comer, selecciona el hablar.
Y para explicar esto recurre a otra frase de Bousqued:
...levantar entre los hombres y las obras su ser de antes de la amargura.
Y concluye Deleuze a propósito de la selección/punta estrecha/humor: desprender de cada cosa la porción inmaculada. Yo no muero, se muere... como llueve.

4. El esplendor del se es el acontecimiento mismo o la cuarta persona del singular.



LA PORCIÓN INMACULADA.

Podemos concluir nosotros : El acontecimiento es el trabajo de hacer de la herida/accidente una línea abstracta. Cuando decimos "trabajo" se trata de un trabajo de escritura (Handke), de selección (Nietzsche), de descripción (Robbe-Grilled), de humor (Deleuze). Un trabajo para conseguir una línea abstracta (Deleuze), inocencia (Handke), apoteosis (Bousqued), lo común de todos (Heráclito). El diagrama es el trabajo del acontecimiento.

El hombre mira el mundo y el mundo no le devuelve su mirada

El amor propio (el pacto metafísico)

La pareja materia forma correlativa de la figura óptica-táctil se halla bajo la lógica de la identificación por oposición, lógica en la que como ya hemos mencionado se encuentra el trabajo de la inteligencia por conceptos, que implica el objeto como signo codificado y a la que ahora añadimos el amor propio. El amor propio y la inteligencia por conceptos trabajan a la par. En efecto, los conceptos se crean a través de antinomias y yuxtaposiones, esto es por oposición. Sin duda, no podemos negar que esto sea de una gran utilidad práctica, es decir, nos es útil en el uso que hacemos de la cosa ya que nos permite funcionar, usar, ‘saber hacer con’. El amor propio se encuentra inmerso en esta misma lógica del pensamiento (del Todo y la Parte), en la del objeto: el sujeto desea tal objeto, colmar el deseo del Otro. Los objetos mirada y voz (risa) actúan aquí de manera omnipresente ya que son los que motivan la rectitud del error y la consiguiente imitación de una “buena” conducta: risa del amo que supone un doble juego: el del tirano y el esclavo, pues al querer colmar el deseo del tirano (en el que incluimos no solo al tirano como figura consciente sino también al superyó), satisfacer su deseo, nos hallamos en la Gloria de la tiranía del amor propio: heteronomia de la alabanza. El sujeto práctico regido por el amor propio, deseo de objeto que guía sus fines y sus medios y por ende su acción, sigue la lógica de la oposición, de la distinción y la diferenciación “de singularizarse, porque de la singularidad nace una afección más larga, más constante, más exclusiva que la que nos liga a lo que no posee más que atributos comunes a otros objetos”(…) “el amor propio afirma con tanta mayor fuerza su singularidad en tanto que oculta la alteridad que le es consustancial (el “yo” del amor propio aparece según la estructura de la constitución del objeto exterior); alienada en definitiva, en sus contenidos, ya que es esencialmente la envidia (de lo que el otro posee y de lo que es), lo que alimenta la dinámica de la ambición y de la diferencia”.(Bove)
Frente a dicha identificación por oposición hallamos la del adjetivo óptico, la línea abstracta, una identificación fusional, derivado del amor de nosotros mismos que es “ante todo amor de lo real en nosotros, es decir, de nuestra potencia (…) el ser se amplifica extendiendo su amor más allá de sí mismo sobre todos los cuerpos semejantes que él ama como su propio cuerpo”.(Bove)
Si tenemos que hablar de identificaciones lo hacemos por fusión, ya que la relación como dijimos es independiente de sus términos, y por tanto no es del orden del individuo, del sujeto, ni de la identidad, de la esencia, ni de la propiedad. Hay identificación fusional entendida como transversalidad. Operaciones lógicas que permiten dar un giro a la identidad por oposición y a la política de las identidades. Se trata de la transversalidad en la escritura tal y como nos señala Deleuze:



El problema nunca ha consistido en la naturaleza de tal o cual grupo exclusivo, sino en las relaciones trasversales mediante las cuales los efectos producidos por tal o cual cosa pueden producirse de otro modo
(Cita extraída del Manifiesto contra sexual de Beatriz Preciado, en la que se hace alusión al concepto deleuziano de transversalidad en relación al de" homosexualidad molecular").

Fórmula del amor propio: hombre mira al mundo y el mundo le devuelve su mirada.


La distancia interior (alma del pacto)

Vamos a poner un ejemplo de lo expuesto anteriormente: vamos a mostrar cómo se construye un Otro, una falta/objeto y un sujeto sometido a la servidumbre de ese Otro, alienado pero encontrando al fin un sentido para su vida, es un ejemplo muy sencillo y que cualquiera reconocería. Para ello cito a Robbe-Grillet en un momento en que denuncia el humanismo y la tragedia:...

el funcionamiento de la "soledad". Yo llamo. Nadie me responde. En lugar de concluir que no hay nadie -lo que sería una constatación pura y simple, fechada, localizada, en el espacio y el tiempo-, decido actuar como si hubiera alguien, pero que, por una razón o por otra, no respondería. El silencio que sigue a mi llamada ya no es, desde entonces, un verdadero silencio; resulta cargado de un contenido, de una profundidad, de un alma -que remite enseguida a la mía-. La distancia entre mi grito, según mis propios oídos, y el interlocutor mudo (tal vez sordo) al cual se dirige, se convierte en una angustia, en mi esperanza y mi desesperanza, en un sentido para mi vida. Ya nada contará en adelante para mí, solo ese falso vacío y los problemas que me plantea... pero la presencia invisible que continúo creando a través de mi llamada me obliga, para siempre a lanzar en el silencio mi grito desdichado... mi soledad y no es entonces un dato accidental... forma parte de mí, del mundo entero... es nuestra naturaleza... es una soledad para siempre.
Dondequiera que haya una distancia, una separación, un desdoblamiento, una división, existe la posibibilidad de sentirlos como sufrimiento, y luego de elevar ese sufrimiento a la altura de una sublime necesidad.... Entre el hombre y los otros hombres... distancia entre el hombre y sí mismo, entre el hombre y el mundo... es precisamente una distancia interior, una falsa distancia...
Desde las amantes que se hacen monjas hasta los policías-gangsters, los criminales atormentados, las prostitutas de alma pura, los justos obligados por su conciencia a la injusticia, los sádicos por amor, ... el "personaje" debe ante todo ser doble...
Vemos en este sencillo ejemplo cómo en el transcurrir de una vida podemos de manera repentina dar un salto y hacer una distancia, ya tenemos un Otro, hemos construido el doble, y es un Otro diabólico o amoroso, que nos abandona o nos quiere y ayuda, al que hacemos demandas o nos las hace, al que perseguimos o nos persigue, un Otro para el que soy un héroe de novela, para el que estudio, para el que dejo de estudiar, para el que trabajo o para el que hago el amor, pero siempre las cosas van a ser para su mirada que me acoja o expulse. También el Otro va a tener una subjetividad, es rico, pobre, abandona, ama, duda... En fin que he creado una distancia interior que se va agrandando de falso vacío, se va volviendo una tragedia, ya no tengo una vida sino un futuro con ese Otro. ¿El objeto?: la distancia interior. Va a ser el objeto de nuestras conversaciones, el objeto de nuestros actos, el objeto de nuestras rupturas y de nuestros reencuentros, de nuestras pasiones, de nuestros aciertos o errores, de nuestra angustia.


¿Y qué propone Robbe-Grilled frente a esto? Lo dice de manera muy sencilla, se trata de escapar del "pacto metafísico":

El hombre mira el mundo y el mundo no le devuelve su mirada.


Vamos encontrando algunos trazos del diagrama:

. El punto gris (Klee)
. La línea abstracta (Deleuze)
. El sinthóme (Lacan)
. El adjetivo óptico (Robbe-Grilled)
. La transversalidad (Guattari)
. El desastre (Blanchot)
. Las formas de la exterioridad (Pardo)
. La escritura (Handke)
. El tránsito. Las nociones comunes (Spinoza)
. La ética relacional (Bove)
. El tiempo lineal y vacío (Kant)


Por otra parte encontramos un enemigo común que se dice de muchas maneras: el pacto metafísico, el Otro trascendente en sus múltiples formas, la interioridad, la profundidad, el héroe, la persona, los objetos del Otro (la metáfora), el tiempo y el espacio de la tragedia (la tragedia del Otro), la distancia interior y su vacío (el deseo de un objeto que no es más que vacío y distancia profunda). El deseo de reconocimiento: que el Otro nos reconozca como su héroe. Y todo esto estimulado y sostenido por la novela tradicional con sus héroes, por la tragedia y el teatro, por las historias, la religión, el interés por la pasión amorosa y la estimulación planetaria de lo sexual (es muy importante tener una buena salud sexual), las distintas creencias siempre estimuladas por los impostores (los que se sitúan en el lugar del Otro certificando su existencia): la soledad (hay que tener amigos), la pobreza (paro/crisis), la salud (sobre todo la buco-dental, la sexual, la gimnasia de los ancianos) y sobre todo para las mujeres tener novio/marido porque es su mandato histórico, tener hijos, una casa. Y para los que ya han trabajado todo esto hasta el agotamiento... divertirse (último mandato del amo impostor), fiesta, amantes, sexualidad escondida, negocios... en fin... Para los chicos también hay un mandato del amo/impostor: que se diviertan, que hagan el gamberro ( "hijo, yo también lo hacía en mi juventud") que beban, que follen, que se metan de todo para el cuerpo que es divertido.

Como vemos el PACTO METAFÍSICO de la distancia (con respecto al Otro) está sostenido hoy día en dos pilares: diversión y confort (dicho de otra manera: sentirse a gusto con uno mismo). Lo que se dice "llevar una buena vida". La obligación manda. Han cambiado mucho las cosas, antes era la tragedia hoy es el confort, pero no tenemos que olvidar que ambos estados se sostiene en el pacto metafísico de la trascendencia con respecto a un Otro que podríamos denominarlo EL OTRO DEL PATHOS. Al fin y al cabo es la pasión lo que andamos buscando desesperadamente hoy día.El pathos del Otro, la pasión por el Otro. Pero ya lo dijimos anteriormente ¿el objeto del disfrute? la distancia, el vacío, finalmente "disfrutamos" de nuestra propia miseria que es lo que más se ve hoy día en los gestos de unos y de otros: miseria espiritual (y por espiritual entiendo profunda, la miseria de estar siempre con un Otro miserable).

Resumiendo:
. La interioridad (distancia)
. El objeto (vacío de la distancia). Es el objeto de las disputas (con el Otro), el objeto de los amores (con el Otro), el objeto de las tragedias (con el Otro)
. El Otro (creencia en el doble): la trascendencia.
. El amor propio, el héroe, el deseo de ser reconocido por el Otro.
. El impostor, el que dice que él es el Otro.
. La valoración del phatos del Otro, la tragedia, la pasión. Hoy día la diversión y el confort que son las nuevas formas de la tragedia. La miseria de la profundidad: sentirse a gusto con uno mismo, estar cómodo, sentirse apasionado en los momentos de aburrimiento que son la mayoría, creencia en la sexualidad perversa, la diversión, un mundo televisivo (todo para la mirada del Otro) de luz y color y risas bobas.

La pareja de hoy día: el héroe y su impostor (la pareja materia forma) . Mejor: la impostura del héroe.


A quien más cuidamos, escuchamos, amamos, protegemos, esperamos y mimamos es al impostor , al que dice "yo soy el Otro" (el que conoce el orden de las cosas y cómo tenemos que ser, el que está dispuesto a contarnos en qué consiste vivir ). Lo dicho: miseria.

Miseria, Ambición y Soberbia: EL ABURRIMIENTO: "La vida en sociedad hecha por y para las criaturas que, si no son negativas, sosas y deprimentes, son absolutamente aburridas, sólo puede ser, si no es sosa y deprimente, absolutamente aburrida" (Valérie Solanas)

El pensamiento violentado: la escritura (el adjetivo óptico).


El pensamiento de la incompletud: El fantasma


Consideremos solamente los términos activo y pasivo, por ejemplo, que dominan todo lo que se ha cogitado de la relación de la forma y la materia, esa relación tan fundamental a la que se refiere cada paso dado por Platón, y luego por Aristóteles, en lo que concierne a la naturaleza de las cosas. Se ve a las claras, se palpa, que estos enunciados tienen como único soporte un fantasma con el cual trataron de suplir lo que de ninguna manera puede decirse, o sea, la relación sexual.
Lo extraño es que en esta tosca polaridad que hace de la materia lo pasivo y de la forma el agente que la anima, algo se introdujo, pese a todo, aunque ambigüo, a saber, que esa animación no es otra cosa que el objeto a, cuyo agente anima ¿qué? No anima nada, toma al otro por su alma
.” (Seminario 20: Aún)

La relación materia y forma a la que se refiere Lacan se halla en estrecha relación con el goce fálico correlativo del fantasma, que el autor sitúa en la posición masculina en el lado izquierdo de las fórmulas de la sexuación, en dónde “$” hace pareja con “a”. Aquí nos encontramos con la lógica de la incompletud que es la lógica del pensamiento mismo fundada sobre los términos de la totalidad y la excepción. En efecto, la lógica masculina es la de la falta, el régimen de heteronimia que como señala Bove:

abre al corazón de la existencia humana una carencia, la de la necesidad (y del placer), sobre la que viene ilusoriamente (pero la necesidad de ello es ineluctable) a modelarse el Deseo. Cuando esta carencia-intrínseca a la constitución misma del Cuerpo orgánico- se convierte en el modelo (teórico y práctico) de la captación de nuestro Deseo (como carencia de objeto, de placer, de amor), entramos en la alienación” Más aún: “La asociación causal del afecto vivido de alegría y de un objeto exterior (como causa) nos hace entrar en la problemática del Amor, es decir, en una interpretación del Mundo”.

Es esta interpretación del mundo la que se encuentra en estrecha relación con la forma del pensamiento de la incompletud a la que Freud hace referencia en innumerables ocasiones y que explicita en una de sus últimas obras Análisis terminable e interminable, como obstáculo del fin de análisis: la roca de la castración: la relación con la falta: materia y forma de nuestro pensamiento.

Veamos pues en qué consiste esta lógica del Todo y la parte, algo que se plasma muy bien en el trabajo de la inteligencia, el de los conceptos: la operación de la síntesis descrita por Kant en la Crítica de la Razón pura. Según el autor en los juicios sintéticos, se ponen en relación conceptos distintos y a su vez la exterioridad y la alteridad juegan un papel muy importante, respecto del concepto que hace las veces de sujeto. Mientras en el juicio analítico para decidir la verdad de un juicio, solo me basta mirar la relación entre los conceptos, puesto que la verdad remite únicamente a una corrección de carácter lógica. Así pues, mientras que en el juicio analítico prescindimos de toda referencia a objeto, en el juicio sintético no podemos prescindir del objeto.

Esto último nos remite, a que si, en un juicio sintético tengo una relación entre dos conceptos (A es B), el propio autor nos señala que es necesario un tercero sobre la base del cual emerja una síntesis. Nos encontramos, por tanto, con tres relaciones a través de las cuales podemos afirmar que A es B, llevando a cabo una identidad, pero ¿en qué me baso para llevar a cabo esa identidad? Kant argumenta que hay un tercer elemento desconocido, ya que A es B, sobre la base de X, la X sería por tanto la pregunta de la Crítica a la Razón Práctica.
En este sentido si vamos a la distinción entre juicio sintético y juicio analítico, el autor nos señala:


Por el contrario, aunque no incluya el predicado ‘pesado’ en el concepto de cuerpo en general, dicho concepto designa un objeto de experiencia mediante una parte de ella. A esta parte puedo añadir, pues, otras partes como pertenecientes a la experiencia anterior”

Así pues, el tercero al que se refiere Kant es la experiencia, que es un enlace sintético de intuiciones. En la experiencia lo que en realidad tengo son ‘cosas’, y lo que indica la ‘cosa’ son los ‘cuerpos’, que son pensamientos sobre la ‘cosa’. El concepto de ‘cuerpo’ designa pues un objeto, y esa designación es ya en sí misma una interpretación del objeto. Decir, por tanto, que “esto es un cuerpo”, es establecer una relación posterior, de descripción de la ‘cosa’
Teniendo en cuenta que ‘cuerpo’, designa un objeto mediante una parte de la experiencia, le puedo añadir otra parte de la experiencia al concepto de cuerpo. Los juicios sintéticos son experiencias distintas de lo mismo, de la cosa: ya que ‘cuerpo’ y ‘pesado’ remiten a ‘la cosa’ de la experiencia. Así pues, el objeto X es un ‘cuerpo’, pero a la vez es pesado. El concepto de ‘cuerpo’, por tanto, es una exégesis parcial del objeto X, que viene de la experiencia, y yendo otra vez a la experiencia puedo deducir otro predicado y de este modo, puedo decir “el cuerpo es pesado”, pero en realidad no es el cuerpo el que es pesado, sino ‘la cosa’, el objeto X. El juicio sintético anuda a las palabras con las cosas, a la lógica con lo real, y a la síntesis del pensamiento con el ser. Mientras que en el juicio analítico tenemos sólo la lógica, ahora entra en juego el objeto de la experiencia. Si quiero investigar un cuerpo no puedo quedarme con un juicio analítico, sino que tengo que volver a la experiencia, en palabras del autor:

volviendo la mirada hacia la experiencia de la que había extraído este concepto de cuerpo, encuentro que el peso va siempre unido a las mencionadas propiedades y, consiguientemente, lo añado a tal concepto cómo predicado sintético”.

Precisamente es de esta intuición de la que queremos partir y en la que nos queremos quedar, de esa X clave que es la experiencia. Si nos atenemos bien a lo que hemos explicado a través de Kant, a ese trabajo de inteligencia que él denomina como síntesis veremos que se asemeja mucho a lo que Bergson entiende por relativo, que implica un giro entorno a la cosa, procedimiento del conocimiento a través de los conceptos, en definitiva lo que el autor denomina paradójicamente Análisis que sería precisamente conocer el objeto, la realidad, la X, a través de elementos ya conocidos, es decir, comunes a ese objeto y a otros, por lo que analizar sería expresar una cosa en función de lo que no es, es decir, traducir a través de símbolos una imagen (una parte) de la cosa que a su vez es común con otras y que no le pertenece con exclusividad, estableciendo de esta forma una relación entre el objeto nuevo y otros que creemos conocer. Dichos símbolos se pueden multiplicar hasta el infinito, de ahí la relatividad, esto es, los distintos puntos de vista pero que sin embargo nos deja siempre una representación incompleta de la cosa. Podríamos decir entonces que dichos símbolos actúan como metáforas de la cosa, como Partes de un Todo siempre incompleto al que se querría llegar y que aunque hagamos un esfuerzo infinito de definición pormenorizada, esas Partes se reproducirían infinitamente sin llegar al Todo.


Parecería como si de un salto nos colocáramos como protagonistas del Proceso de Kafka o en la piel de Cary Grant en la famosa película de Alfred Hitchcock (1956) Con la muerte en los talones cuando sentado en esa cafetería se produce el malentendido que le embulle y le hace formar parte de la trama que será la película: Roger O. Thornhill levanta la mano justo en el momento preciso en el que se interpela a George Kaplan, un agente del gobierno y de esta forma se ve inmiscuido en un proceso que no tiene nada que envidiar la kafkiano.


Se crea así lo que Lacan denomina como el Fantasma $ ◊ a, el sujeto persigue un objeto que se ha escapado de ese Todo. Dicho objeto tiene la forma de una parte del cuerpo como la describe Lacan, pero se encuentra siempre en Otro, en un lugar ocupado por otra persona, por una situación o relación en la que dicho objeto ha quedado petrificado. El sujeto busca el objeto en un proceso interminable sin darse cuenta que es él mismo el que le da nombre. Es el propio sujeto el que funciona como parte desprendida de la experiencia que se hace concepto, identidad, significante. En la búsqueda de ese objeto se teje el proceso, en donde el sujeto situado como concepto busca a la cosa de la experiencia de la que él mismo ha dado nombre. El Fantasma sería por tanto un punto de vista de esa experiencia, de esa X que nos describe Kant, pero sólo uno de los múltiples conceptos, puntos de vista que se le pueden atribuir a la cosa: ‘la cosa es un cuerpo’, ‘es pesada’, ‘es blanca’…Ahora bien, el concepto no es algo flexible ya que implica antinomias y yuxtaposiciones, se vuelve así uno y verdadero, ‘si es’ no puede ‘no ser’. Así pues, los conceptos funcionan por pares que representan los contrarios, de ahí que existan infinitas tesis y antítesis que no pueden hacer la cosa. Se produce una petrificación de la cosa en uno de sus puntos de vista dando lugar en el caso de las personas a identidades o significantes que son los que van a constituir al sujeto como sustitutos de la X.



El pensamiento violentado: la escritura

Sigamos desarrollando la cita de Lacan. En el seminario 20 Lacan sitúa en el lado derecho, en el de la posición femenina el NO TODO, que no sería la incompletud, ya que como hemos visto, ésta se refiere a lógica de lo masculino, a la imposibilidad del pensamiento. El NO TODO remite precisamente a la imposibilidad del pensamiento de pensar lo ilimitado y por tanto es una lógica que desplaza a la falta y con ella a la castración. El psicoanalista sitúa allí un goce no localizado en el falo, pero que si embargo es un goce que necesita ser llevado a la palabra (no desde la lógica fálica).
En este punto nos surge la siguiente pregunta ¿qué ha ocurrido con la conceptualización de la castración? Parecería ser que de la falta hemos pasado al exceso. Sin duda esta posición del NO TODO, una relación con el cuerpo distinta de la lógica fálica, que necesita ser llevada a la palabra a través de un giro distinto en el pensamiento. Es una lógica del pensamiento violentado, el de la escritura. Dicha lógica crea una ruptura la de la materia y la forma, ruptura del pensamiento, algo que como nos señala Deleuze se plasma muy bien en los mosaicos del arte Bizantino:

Los bizantinos dan un enorme golpe de fuerza. Privilegian el segundo plano: toda la figura, toda la imagen va a salir de él. Pero en ese momento como por azar, la forma de la figura o de la imagen no es ya forma-contorno como lo era para la escultura griega. Sin embargo hay un límite y contornos; pero no es ya lo que actúa, no es por eso que actúa la obra. Contrariamente al estatuario griego, donde el contorno capta la luz, para el mosaico bizantino se trata de la luz-color. Es decir, lo que define lo que marca los límites no es la forma-contorno, sino la pareja luz-color: la figura prosigue hasta donde va la luz que ella capta o emite, y hasta donde va el color del que está compuesta” (…) “En otros términos, no hay un contorno de la figura, hay una expansión de la luz-color. La figura irá hasta donde actúa por luz y por color

La lógica de las identidades que se halla en estrecha relación con la posición masculina se ve continuamente rechazada por el NO TODO que está del lado de la diferencia. Como hemos visto el goce rechaza continuamente las identidades ¿por qué entonces seguir con la lógica de las identidades para el goce? Distanciándonos de la lógica de la castración la falta y acercándonos a las últimas conceptualizaciones lacanianas del NO TODO y el Sinthome, formas de pensar la diferencia, de abrir el pensamiento. Pensar la Diferencia, el goce, como lo ilimitado, es pensar en ese “real imposible” en continuo movimiento no bajo la forma de la duración, y por tanto de la sustancia (identidad última) sino bajo la de los espacios y el tránsito: los modos. La repetición como diferencia expresa la infinitud del tránsito a los espacios a través de la línea abstracta: las formas de la exterioridad. La escritura no es identidad de la sustancia, identificación a un real imposible que hay que nombrar, sino que se expresa en una infinidad de formas cuya potencia es la repetición misma.


El adjetivo óptico

La pintura hace la línea abstracta, el cine imagenes justas, la literatura hace el adjetivo óptico, ahora toca el turno al psicoanálisis. El escritor Alain Robbe-Grillet publicó su "manifiesto" lla- mado "Por una nueva novela". Muestra cómo la cultura añade a las cosas el sentido metafísico y psicológico, moral, para tranquilizar, podríamos decir nosotros para nuestro confort:
A veces el camuflaje es completo: un gesto se borra de nuestra mente en provecho de las supuestas emociones que le habrían dado nacimiento, retenemos que un paisaje es "austero" o "calmo" sin poder citar ninguna línea suya, ninguno de sus elementos principales.
Así nos habla de"adjetivos animistas o domésticos". Se queja Robbe-Grillet de que los objetos y los gestos que servían de soporte a la trama desaparecían para quedar únicamente la significación. Mientras que en la nueva novela "se ve la silla" y la significación es dada por añadidura, incluso está de más... lo que queda son los gestos, los objetos, los desplazamientos, los contornos a los cuales la imagen ha restituido su realidad. Se trata de rescatar el carácter inhabitual del mundo que nos rodea en la medida en que ese mundo rechaza plegarse a nuestros hábitos de aprehensión y a nuestro orden. Los objetos perderán poco a poco su inconstancia y sus secretos, su falso misterio, esa interioridad, ahora se va a tratar de la materia de exterioridad y no de la profundidad metafísica, ya no se va a tratar del misterio de los objetos que no es más que un reflejo de la profundidad del sujeto/amo que busca imponer un orden a las cosas mostrando que es un orden eterno cuando solo es un orden que beneficia su goce vacío de amo que no consiste en nada, solo en que le llamen amo y le consideren así, una vulgar creencia en su omnipotencia infantil. Fin del relato que muestra "el corazón romántico de las cosas". Y también fin del "personaje" fin del "héroe", desheroización en la literatura, despersonalización en favor de otra mirada, de otra imagen. Destitución de los viejos mitos de la "profundidad", solo queda la exterioridad.

Robbe-Grilled:
Fin de la palabra de carácter visceral, analógica o mágica... ya solo el adjetivo óptico, descriptivo...
Efectivamente ya no se trata de una figura óptica-táctil como en Platón regida por su contorno sino de un límite de la figura que sea dinámico (el adjetivo óptico, la línea abstracta), ahora todo es cuerpo que llega hasta donde llega su potencia... ahora las imágenes serán ópticas sin referencia táctil (más bien diría geométrica). La luz explora las sombras, la sombra forma parte de la luz, más profundamente que el espacio hay espacialización o sea apertura de la vida, tonalidad, emergencia de las cosas en su exterioridad, un mundo sin profundidad (metafísica) una exterioridad-luz (óptica) para un cuerpo sin sujeto (héroe/amo) , despersonalizado...

Una realidad relacional ética II: "Materia de exterioridad".

I. Materia de exterioridad

El filósofo español J.L. Pardo publicó un libro llamado "Las formas de la exterioridad". Quisiera confrontar ese título con una expresión del filósofo francés G. Deleuze: "materia de exterioridad" refiriéndose a los modos en Spinoza. Evidentemente lo primero que llama la atención es el contraste entre "forma" y "materia" parecería que estamos en una discusión aristotélica.


Deleuze insiste en todas sus obras de manera explícita o implícita en una cuestión: la diferencia entre la relación y los términos. Vez tras vez vemos aparecer esta cuestión en distintos momentos de su obra, es una cuestión clave para él. "La independencia de la relación a sus términos" o bien "cuando los términos se desvanecen la relación subsiste" (estos temas aparecen explícitos en "Diferencia y repetición", en sus clases sobre Spinoza, en sus libros de cine...).

Y es que el tema de la individuación, lo singular, la vida es central en la obra de Deleuze. Y para pensar este tema recurre a una fórmula usada por los matemáticos/filósofos racionalistas del siglo XVII, y pone mucho cuidado en que no pensemos en los matemáticos actuales que de esta cuestión dirían otra cosa, fórmula que se escribiría así: dy/dx. Y qué interés tiene la formula para nosotros que no somos matemáticos, pues como escribe repetidas veces Deleuze dy no tiene nada que ver con y al igual que dx no tiene nada que ver con x porque si queremos relacionar la diferencial (dy) con su término (y) la diferencial tiende a cero. Pero eso no quiere decir que dy sea igual a cero. Y si pongo en relación las dos diferenciales dy/dx obtengo una relación independiente de sus términos.

Esta relación es una relación de términos evanescentes y al igual que desaparecen los términos podemos decir que la relación no tendrá interioridad, será una relación puramente extrínseca, MATERIA DE EXTERIORIDAD, y este es uno de los componentes de la individuación para Deleuze leyendo a Spinoza.

Y es de esta materia de exterioridad de la que hablamos cuando decimos "diagrama". El proceso del diagrama que hasta ahora lo habíamos expuesto como "y" (esto y esto y esto...) o bien habíamos mostrado cómo los pintores usaban una maquínica-desastre, un rayajo, una esponja, para provocar un desastre creador, y habíamos dicho que era una maquínica operativa como lo era el falo en psicoanálisis cuando Lacan lo define como un "instrumento". Pues bien esta máquina-diagrama opera con las relaciones y no con los términos, opera con la materia de la exterioridad y no con las "cosas" que no son mas que el fantasma/imaginario que incluye el deseo del Otro, creemos más en las cosas que en las relaciones que en ese vaho/fluido en donde acontece la vida.

Sentado a la mesa, de frente, es decir, en el lado opuesto a los cajones, un hombre viejo, deformado por la edad: Krapp . Sobre la mesa un magnetófono con micrófono y numeroso cajas de cartón que contienen carretes con cintas grabadas.

CINTA: cascallejas, me respondió. Volví a decirle que aquello me parecía inútil y que no merecía la pena continuar, y ella hizo que sí sin abrir los ojos (PAUSA). Entonces le pedí que me mirase y al cabo de unos instantes-(PAUSA), al cabo de unos instantes lo hizo, pero los ojos eran como grietas por culpa del sol. Me incliné sobre ella para darle sombra y los ojos se abrieron (PAUSA)

Me dejaron entrar (PAUSA)

Krapp permanece inmóvil, con los ojos fijos en el vacío. El carrete continua rodando en silencio.


Muchos, demasiados carretes había escuchado Krapp: carretes-soledad, frustración, contradicción, odio, muerte (PAUSA). Recuerdos. Hasta ahora nos encontramos con los carretes, como señala Bove
"Todo el esfuerzo del hombre afectado por tristeza tiende pues a apartar esta tristeza con el recuerdo de la Alegría que desea repetirse en el presente. Así el Alma se esfuerza por imaginar solo aquello que afirma su potencia de obrar" y en rechazar todo lo que se le opone y por tanto la disminuye. Para esta acción (incluso pasiva, ya que esta defensa puede todavía efectuarse en régimen global de heteronomía pero con imágenes favorables, en el presente, al conatus) todos los medios incluso lo más ilusorios son buenos"


Las cosas-carrete, fantasma/imaginario que incluye el deseo del Otro, no incorpora ninguna relación, si no más bien un fin, el objeto fin de todos los esfuerzos, petrificación, substancia, moldeado, contorno, forma. Aquí vemos la vertiente del deseo volcada sobre el placer: modelo de la carencia. En efecto, "su condición parcial, ligada a una sola parte del cuerpo, conduce a cualquier placer "inmoderado" a entrar en contradicción con el aumento de potencia de actuar y hacer que todo el ser caiga en la tristeza. Este problema se plantea con más crudeza aún cuando la Memoria que permite al hombre "reconocer" el objeto causa de su placer, le conduce según la lógica amorosa, a afirmar ese objeto como el fin de todos sus esfuerzos; esto es, a someter el Deseo a una estrategia que, por su focalización en la conquista y la posesión de un solo objeto parcial, conduce ineluctablemente a un empobrecimiento extremo de la vida".


Vemos por tanto el carácter heterónomo del Deseo, donde la carencia se convierte en el modelo mismo del Deseo (Fórmula del fantasma lacaniano): deseo siempre de algo.


Krapp exhausto nos anuncia la composición: más allá de la pura forma de los ojos, está la entrada, allí donde ya no existen más probabilidades, "Ya no deseo más probabilidades" dice "Y más ahora que tengo ese fuego en mí"

Es ahí donde los ojos de la chica se abren a un fuego: la relación ¿dónde empieza el fuego? ¿dónde termina?. Precisamente, como señala Spinoza, existir es tener una infinidad de partes extensivas infinitamente pequeñas que me pertenecen bajo una relación y cada individuo es una esencia singular expresada en esa infinidad de relaciones. A nivel del individuo hallamos un límite, pero eso no impide que las relaciones de un individuo se compongan con otras. Es esa composición en la que Krapp deviene fuego.

También podemos incluir aquì lo que hablamos en otras entradas del pundo gris de Klee que toma el caos gris como fondo y lo eleva a un punto que salta sobre si mismo.

De cualquier forma toda esta temática no le es extraña al psicoanalisis porque hay una formulación de Lacan/Miller "el partenaire-sinthome" que es muy cercana a la pareja "línea abstracta-sin fondo". El sinthome y la línea abstracta son formulaciones de la Diferencia. Para el psicoanálisis el analizante haría pareja con su goce una vez que ha dejado las identificaciones enajenantes con el Otro. Nueva modalidad de goce que implica un saber arreglarselas con él. Y es aquí (saber arreglarselas) que la línea abstracta nos podía dar una indicación operativa. Desde luego al igual que para Deleuze se trataría de una revolución "pasar de la representación al arte abstracto" también pensamos que en el psicoanalisis se trata de la abstracción de una escucha que incorpore la línea de abstracción que sea capaz de soportar el sin fondo y su monstruosidad.

III. El ser unívoco

Ahora sí podemos relacionar los dos apartados anteriores (exterioridad y Diferencia). Para ello Deleuze hace una operación fundamental. En Spinoza la sustancia aparece independiente de sus modos que dependen de la sustancia. Dice Deleuze que
sería necesario que la sustancia se dijera ella misma de los modos y sólo de los modos
esto es fundamental porque da un vuelco categórico:
el ser se dice del devenir, la identidad de lo diferente

ahora la identidad gira en torno de lo diferente. Para que quede màs claro ya que es algo muy importante podríamos decir que en Spinoza había una sustancia primera que se expresa en los modos. Los modos solo expresan las sustancia. Ahora Deleuze siguiendo a Nietzsche propone que los primero son los modos, las diferencias y que la sustancia es segunda, es el ser el que es Diferencia en el sentido que se dice de la diferencia.

Y ¿qué ser es este que se dice de la diferencia? El retorno. Lo que se dice de lo diferente es la repetición (de la diferencia como diferencia) la repetición repite lo diferente de manera diferente. El pensamiento del eterno retorno consiste en pensar lo mismo a partir de lo diferente. Habría un mismo de lo diferente que sería la Diferencia.

Ahora bien el pensamiento del eterno retorno selecciona: sólo retornan las formas extremas, las que han llegado a su límite de potencia, lo excesivo, lo que traspasa dentro del otro y se vuelve idéntico (no hay que olvidar que el modo trata de ir a lo máximo de su potencia y si el modo consiste en diferir entonces irá al máximo de la diferencia, ser otro). Mundo de las metamorfosis y de las máscaras (la diferencia utilizando máscaras para diferenciarse, detrás de la máscara otra máscara): factores móviles individuantes que ya no se dejan retener dentro de los límites ficticios de tal o cual individuo. El volver, expresa el ser común de toda las metamorfosis.


Es aquí dónde se puede plantear la cuestión de lo común en el sinthome solo que para el psicoanálisis el sinthome es la expresión de un real anterior a su máscara y es un real imposible y la única solución sería identificarse con él y apañarselas. Vemos que este real correspondería más a una identidad, ya no más semblantes o en todo caso el último semblante, pero algo inamovible, imposible, que haría un común muy particular... más que un común diría que un conjunto de identidades últimas. Es curioso que partiendo de signos que se transforman en otros signos el psicoanálisis haya llegado a una identidad última en lugar de llegar a la Diferencia y el retorno de la diferencia.

No hay un pensamiento de la diferencia en la teoría del goce en el psicoanálisis, lo real no está pensado como diferencia sino como sustancia lo que lo hace más cercano a Spinoza que a Nietzsche.

¿Por qué luchan los hombres por su servidumbre como si se tratara de su salvación? (Spinoza)

Hago un breve resumen de un capítulo de Bove por el interes que tiene para la cuestión del diagrama:

... ¿cuál es el objeto real -aunque sea fantaseado- de su deseo cuando desean la sevidumbre como si se tratara de su salvación? ¿En qué puede ser la servidumbre de la superstición algo deseable, es decir positivo, para el deseo que, por esencia, no puede desear más que su propia afirmación? La única hipótesis spinozista que se puede emitir es que debe haber en la superstición como objeto aplastante del deseo, otro objeto al que el deseo apunta para su popia afirmación y que no debe poder apropiárselo paradójicamente más que a través del objeto servidumbre. Es este otro objeto positivo del deseo lo que debemos descubrir en Spinoza.

Los hombres luchan por la servidumbre con el mismo ardor que si combatieran por su salvación porque buscan la salvación en la servidumbre. Paradoja: la servidubmre es un objeto paradójico porque implica, en su negatividad, algo que es naturalmente deseado.

Hay una necesidad del código reclamada por el proceso vital mismo, el conatus, como potencia de resistecia, esfuerzo por perseverar en nuestro ser.

Lo que es negativo y criticable desde el punto de vista de la Razón tiene un papel positivo y eficaz desde el punto de vista de la vida. Para ser aceptada, la realidad debe recubrirse de una imagen de sí misma que se convierte para nosotros en la realidad (necesidad vital de la representación.

La imposibilidad existencial de aceptar la existencia en estado bruto, nos lleva necesariamente a la formación de una conciencia ilusoria, lectura trastocada de la realidad. El código a partir del cual todo cobra significación, lejos de ser la reproducción en el pensamiento del orden real de la Naturaleza, no es sino una combinación de signos que expresan, a través de nuestra imaginación, las diferentes disposiciones de nuestro cuerpo y que varían según los encuentros fortuitos... desde el inicio el código como exigencia vital es pervertido, reducido a las ilusiones y ficciones de nuestra iamginación. Necesario desde el punto de vista vital, el código es arbitrario desde el punto de vista lógico.

Separar la necesidad vital de un código y su perversión ideológica en la ficción -aunque los dos momentos estan necesariamente unidos. Hay un lado recto de la representación imaginaria que no lleva a la servidubmre universal.

Los hombres prefieren el orden a la confusión... el orden como objeto "útil del deseo". La "seguridad" es ciertamente el signo de un "ánimo impotente", pero también es el objeto de un deseo razonable que es causa de Alegría aunque esta suponga "que los ha precedido una tristeza.
La seguridad "una alegría que surge de la idea de una cosa futura... el sentimiento de seguridad implica la "indolencia" y la "pereza" la alegría que deriva de ello es una Alegría mala, minúscula salud, hay un aumento de la potencia de actuar, luego Alegría (pasiva), pero por otro lado, esta alegría pasiva "fija" al sujeto en un estado de servidumbre y ceguera que envenena...
El orden (y qué da orden sino un código) es exigido por el proceso vital mismo, pero se vuelve en su contra.

Deseo de orden que se ancla en las estructuras del cuerpo orgánico antes de toda constitución ideológica de este orden: el código. El código es universal y necesario pero también arbitrario.
Así el cuerpo impotente en su deseo de orden engendra necesaria y paradójicamente un orden que pervierte el deseo.

Que los hombres encuentren otro soporte simbólico que responda adecuadamente a su exigencia vital de un código.

El sistema de la superstición (código) construye un sujeto de la obediencia. Diferenciar en el código la exigencia vital de su contenido (ideológico-religioso). Igual con la obediencia supersticiosa diferenciar el contenido de la ley (ideológico) de una obediencia vital a la representación común de la ley como tal, como vínculo vital entre los hombres, que da a sus acciones unidad y significación. Se trata de diferenciar la función y el contenido.


Hasta aquí el resumen de este importantísimo texto. Podemos comentar varias cuestiones. Los hombres buscan desesperadamente su servidumbre, su sometimiento como si eso les fuese a salvar. Spinoza piensa esta cuestión en positivo, si buscan ahí y de esa manera será por algo. Los cuerpos se asustan en el desorden del mundo y buscan un orden que les convenga, esto lo hacen descubriendo en los encuentros fortuitos lo que les conviene y lo que no y la memoria retiene los encuentros que les hacen sentir bien organizando un código de señales, y por asociación conserva ese código. Si dispone de un orden se siente cómodo y seguro. Ese encuentro fortuito de

señales que se organiza en función del placer dependiente de sus afecciones pasivas va a determinar su sumisión al código.


Lo interesante del texto es que propone otros modos de orden que no lleven al sometimiento.

Hasta ahora nosotros habíamos hablado de un nuevo orden jurídico junto a una nueva forma de la imagen lo que suponía una nueva definición del espacio y del tiempo. Nuestra idea puesta de forma esquemática:



Frente a lo que tradicionalmente se propone como la Ley nosotros hablamos de la Producción.



Frente a lo que se llama el Orden nosotros proponemos hablar de Dinamismo.


Frente a la Imagen cerrada que es la imagen del objeto del Deseo del Otro nosotros hablamos de Imagen abierta, en proceso, maquinica.



Frente a un discursoTranscendente nosotros hablamos de un discurso Transcendental que ya no es un orden impuesto por un Uno desde fuera sino una emergencia de lo transcendental.



Frente al modelo tradicional de la Ley, Orden y trascendencia para asegurar al individuo una felicidad aparente que sucumbe a la pereza, la comodidad, a la obediencia y por tanto al sometimiento de la servidumbre, nosotros proponemos una nueva estética una nueva forma de pensar el espacio-tiempo pensados desde lo transcendental; y en lugar de la ley una maquínica de la producción ;y el orden que tan desesperadamente buscan los individuos sea tratado como un dinamismo propio del diagrama.

Cuando Bove diferencia la función del contenido en la ley nosotros podemos diferenciar el dinamismo del orden. La función de la ley es su dinamismo creador y no sus contenidos ideológicos.