El desastre cuida de todo
“No una imagen justa, sino justo una imagen” (Godard)
Dos fragmentos fundamentales para pensar la diferencia.
...habría que ir haciéndose a la idea de que las cosas más terribles y cruentas entre los hombres pueden carecer totalmente de profundidad, venir de las circunstancias más banales, ser pura mímesis superficial de estereotipos más o menos difundidos, de modelos prestigiosos hábilmente publicitados y fácilmente accesibles a la imitación. Allí donde uno es, por lo indeterminado de la situación, cualquiera, o mejor un cualquiera entre cualquieras, siempre se halla abocado a ser, de alguna forma, otro, incluso respecto de sí mismo, y se halla abierto a encarnar a cualquier otro que no precisa más realidad que la imagen, gesto o actitud, connotaciones de una apariencia imaginaria, simple fantasma de personalidad inmediatamente accesible a cualquier impulso imitativo, surgido del afán lúdico de determinar el propio "cualquiera" con cualquier cualquiera mínimamente definido.
Rafael Sanchez Ferlosio. El alma y la vergüenza. Ed. Destino. (Artículo de igual nombre).
Nada es más triste que la risa: nada más hermoso, magnífico, estimulante, y enriquecedor, que el terror de la desesperación profunda. Creo que cada hombre mientras vive, es prisionero de este miedo terrible, en el cual toda prosperidad está condenada a fracasar, pero que guarda, incluso en su abismo más profundo, esa libertad esperanzadora que le permite sonreír en situaciones aparentemente desesperadas. Por eso la intención de los autenticos escritores de comedia- es decir, los más profundos y honestos- no es de ningún modo divertirnos únicamente, sino abrir desgarradoramente nuestras cicatrices más dolorosas para que las sintamos con más fuerza.
Fellini
El síntoma como espacio y no como identificación.
"Un nuevo parentesco con otras vidas desconocidas y de este modo actuaba como un amor indeterminado, con el placer de trasmitir (...) como propuesta de mantener unido a mi pueblo -este pueblo oculto, nunca determinable- como nuestra forma común de ser: momento ético de la actividad de escribir"
Esta ética, la del Filósofo, no puede ser solamente la identificación con aquello que nos describe, pues la propia identificación encierra la subjetividad. Partiendo de la identificación del ideal, modo de constitución de la subjetividad, no se puede llegar como forma de fin de análisis, de "escritura " como decía Lacan, a la identificación con el síntoma como modo de funcionamiento de la personalidad, un saber arreglarselas con aquello que es así, un no preguntar al Otro, un "es así porque sí" o un "yo soy esto" claro está ya no es un nombre a nivel del ideal sino a nivel de la pulsión. Pero más bien habría que sustituir el nombre propio por el "del pueblo". No es "soy esto", sino el "y" diagramático. Pueblo que ha sido descrito, narrado en análisis y del que se pasa a forma-r- parte como escritura. El síntoma como "espacio" y no como "identificación". Por otra parte es verdad que la "Identificación al síntoma" es pegajosa, acarrea más bien una ética del bienestar, del sentirse bien con uno mismo, y al fin y al cabo también ¿con el yo de "soy esto"?
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