Basándonos en el libro de Jean Mitry: Charlot y la “fabulación” claplinesca.
El libro se podría dividir en tres partes:
1. Parodia de las bufonadas en donde Mitry explica que Charlot es pura pulsión que choca contra el mundo exterior. Aquí coincide con Zizek cuando habla de la parodia del Das Ding. Películas de los Keystone.
2. El juego de Charlot con los objetos. Los objetos se revelan y la situación toma otra deriva. Otras pelis donde se va operando el giro. Fase fantasmática
3. Este tercer punto tiene dos partes: Pelis propias del mimodrama. Comedia mágica.
1) El objeto al que Charlot cambia su categoría de uso, es decir que hace su metáfora del objeto (inversión del objeto)
2) participación del gesto en esa metáfora (inversión del gesto). Dominio de lo real por el gesto.
Juntos son lo que Mitry denomina transfert.
Este último paso tres se opera a través de la película el Dictador, que es la película de los dobles, pues Chaplin interpretando a Hitler es capaz de liberarse del primer punto que era el punto en donde el cuerpo lucha en contra de la palabra.
Mitry dice que Charlot interpone un imaginario, un simulacro que aleja el peligro, engaña a lo real. ¿Pero qué clase de imaginario sería este?
Efectivamente, la fabulación (imaginario real) es la obra de arte que expresa el absoluto (pulsión). Se trata de la pulsión y su expresión.
Arte: manifestación sensible de la Idea. La Idea (problema en Deleuze o pulsión en psicoanálisis) expresada en lo sensible: fabulación.
La Idea (Kant y Deleuze), problemática, es lo absoluto (Mitry) o pulsión (Lacan) y se trata de encontrar alguna forma de expresión de la pulsión y esto se hace fabulando (un imaginario del real-pulsión o sinthoma) que es lo que sabe hacer el arte. Se trata de reconocerse (como pulsión) en el mundo: sinthoma.
Es importante no perderse porque Mitry es muy preciso. Chaplin presenta después de eso salvaje que vimos en Zizek, una pulsión sin logos, decía que Chaplin (pag. 31) tiene un alma, un corazón, inocencia, conciencia de Sí... pero me parece que aunque lo llama de muchas formas (principalmente lo llama Absoluto) la más interesante es ( pag. 32) cuando lo llama Certeza (con mayúsculas): "la Certeza que lleva en sí". En esta Certeza reconocemos nosotros el fenómeno elemental o sinthoma. Esta es una modalidad distinta de la pulsión, no es como esa pulsión de la que habla Zizek en donde vuelan las tartas. El fenómeno elemental tiene la constitución de la certeza porque es un real. Ahí es donde el psicoanálisis habla de identificación y donde nosotros proponemos con Deleuze la creación-fabulación para que podamos vivir (tener un pueblo), o sea de realizar ese real, realizar ese fenómeno elemental por medio de la fabulación, permitirnos un mundo en el que se acoja ese fenómeno elemental.
El fenómeno elemental (o sinthoma o certeza) es la línea abstracta de Deleuze con sus características de singularidad, grieta con dos lados (acto de habla y profundidad del cuerpo) y Obra.
De todas maneras no debemos pensar la certeza o el fenómeno elemental como algo muy raro. Es igual que el falo, lo vemos como la cosa más normal, por ejemplo cuando vemos a alguien guapo; en términos teóricos el falo no sería otra cosa que lo bello y es una experiencia cotidiana. Pues la certeza es lo mismo pero como experiencia interna, como algo propio, algo así como la ilusión, las ganas de que las cosas vayan bien, la certeza de que hay algo en mí, en mi cuerpo, en mis ganas, que está bien (como la belleza en el exterior).
En ese sentido lo bello-fálico (del arte p.e.) es un signo que nos ofrecen para encontrar en mí (cuerpo) eso "fabuloso" (de ahí que puede hacer fabulaciones). Un signo (la interpretación) que hace resonar por equívoco algo en mi cuerpo (pulsión), algo fabuloso en mi cuerpo, una certeza de que podemos vivir, el equívoco hacer resonar una certeza fabulosa...
Claro, "todo, pero eso no". Chaplin descubre que no hay relación sexual, tiene que asumir la imposibilidad del amor con la chica. Pero es esa imposibilidad que deja fuera el "eso no" que es nuestro fenómeno elemental, eso fabuloso, lo que nos permite empezar a creer en un mundo, el mundo de "eso" fabuloso, la alegría.
En ese sentido la metáfora viva es el pasaje del cuerpo (pulsión, fenómeno, fabuloso, diferencia) al mundo, la creación, la creencia.
No se trata de un imaginario especular (otro) sino el relato de algo fabuloso al modo del delirio psicótico. La fabulación es la descripción de las cosas (puntos de vista) conforme a eso fabuloso, a esa certeza.
Esa certeza es la "metáfora viva", esa certeza es metáfora viva, ese fenómeno elemental es metáfora viva, el fenómeno elemental es la diferencia. Real sin sentido, aislado del Otro, ya solo necesita construir al Otro, volver a crear al Otro.
Primero hay un Otro que me aliena, luego me separo rescatando eso vivo en mí, el fenómeno elemental, y por último tengo que creer en el mundo, tengo que crear un Otro, pero es una creación que incluya "eso" fabuloso.
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