El insulto, la injuria, la difamación, ¿se tienen que pensar al nivel semiótico de la palabra? ¿Al nivel semántico? ¿Son un acto de habla? Al insulto le acompaña como una sombra el objeto que se tira o se abandona con desprecio. La mujer… se difama.
Foucault habla de “los hombres infames” que viven en la oscuridad de sus vidas hasta que en un momento el poder los ilumina solo por un instante, nos muestra su dolor, su sufrimiento, su materia oscura, infames que son procesados, juzgados, castigados, inscritos en los registros de las instituciones del estado para finalmente volver al trasfondo oscuro del que salieron… por un instante.
No todo el goce de la mujer es fálico dice Lacan o sea no todo pasa por el lenguaje. Compañera de su propia soledad… se difama.
Ahora bien, no solo el estado alumbra a estos seres que viven en la sombra matérica de una existencia sin relato. El acontecimiento, el encuentro con una singularidad, con una diferencia de sí sin doble, abre lo intolerable, el goce, el no-todo de la mujer (“todo, pero eso no”), abre, decíamos, la posibilidad del relato. Lo singular (la diferencia sin doble, sin pasado, inmemorial) trae a escena lo intolerable que hace pensar (comienza el relato). El no-todo de la mujer no tiene que quedar reducido ni a una experiencia mística ni al insulto, los dos polos del puro sufrimiento del lenguaje. Es el origen del relato, pero el origen del relato ya es relato, el Otro relato. El relato del pueblo que denuncia el sometimiento. El relato de las mujeres hace el pueblo (que no hay), es el relato de que "no podemos vivir". El Otro relato es el pueblo (que no hay).
El “fin de análisis” como fenómeno elemental, ¿nos trae el Otro relato?
¿Qué quiere una mujer?
Lacan nos da la respuesta: Gozar, "gozar tanto como él desee".
San Agustín: "Dame lo que amo, pues lo amo por un don que me otorgaste". (El don, tal vez el verbo)
El goce: lo intolerable. Solo el deseo lo puede hacer habitable.
La cuestión del goce es la cuestión de la diferencia, por lo tanto del tiempo. El tiempo del verbo.
"Todo, pero eso no" No-todo para la palabra, el origen de la fabulación. La mujer: simulacro y fabulación.
La fábula: hechos fabulosos (del goce que no puede expresarse de otra manera) narrados.
Simulacro y fabulación: el simulacro del objeto del deseo del hombre, la causa de su deseo; fabulación, relato de lo fabuloso del goce, ese animal o héroe mítico. El Otro absoluto.
La línea abstracta: fábula del goce, pasaje de lo insoportable a la narración fabulosa.
La fábula: zorros astutos, perros desgraciados y elefantes presuntuosos...
Aún: encore: adhuc. El goce no-todo como un problema de tiempo. La línea abstracta: aún.
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